Los dedos en garra y en martillo son contracturas de los dedos del pie que aparecen como resultado de un disbalance entre los tendones de la parte de arriba y de abajo del pie. Inicialmente la deformidad es flexible, pero con el paso del tiempo el dedo se acaba quedando rígido debido a que se produce una adaptación ósea, lo que imposibilita colocarlo en su posición correcta manipulándolo. A menudo, en estos casos se desarrollan callosidades en la zona de arriba del dedo como resultado del roce con el calzado. También pueden producirse callosidades en la planta del pie.

Tratamiento

Los dedos en garra o martillo son una deformidad progresiva y tienden a empeorar de manera muy lenta.

Tratamiento preventivo va encaminado a compensar la causa de la deformidad cuando este es producido por una alteración biomecánica, es decir, por un mal apoyo. En este sentido, el uso de plantillas que corrijan el apoyo pueden detener la progresión de la deformidad, incluso reducirla cuando la deformidad es flexible.

El tratamiento sintomático va dirigido a evitar el dolor que se produce por las deformidades digitales. Estas medidas engloban cambio de calzado, vendajes, almohadillados y ortesis de silicona. Si existen callosidades, éstas pueden ser eliminadas, lo que de forma temporal alivia el dolor.

Todas estas medidas pueden ser útiles para quitar el dolor. Sin embargo no deben de considerarse como medidas definitivas ya que nunca corrigen la deformidad y deben de ser utilizadas de manera continua.

El tratamiento curativo tiene por objeto realinear el dedo de forma definitiva y para ello es necesario operar el dedo. Esta operación se puede realizar bajo anestesia local y en régimen ambulatorio, sin necesidad de ingreso del paciente.

El tipo de operación depende del grado de deformidad, de ahí la importancia de evaluar a cada paciente de forma individual.